Herramienta formativa Diseño e imagen para establecimientos turísticos

Herramienta formativa Diseño e imagen para establecimientos turísticos, realizada por la Confederación de Empresarios de Málaga y cofinanciada por la Junta de Andalucía y el Fondo Social Europeo
 

 


Málaga y la Costa del Sol

2. Cómo diseñar hoteles de costa, ciudad e interior. Singularidades

Diseñar un hotel, ya sea de costa, ciudad o de interior, no es fácil y, desde luego, no existen recetas. Obviamente hay que tener en cuenta un cuadro de necesidades, un estudio espacial, un análisis previo y elaborar un proyecto acorde en el que todas estas variables estén presentes. Esto se hace extensible a casi cualquier espacio. Además de esto, y más en determinados tipos de hoteles, es el tiempo, el equipo humano, el que acaba este proceso. Esta armonía de sinergias es la que acaba dotando al espacio de algo buscado por la gran mayoría cuando se aloja en un hotel, sea del tipo que sea: la sensación de comodidad y confort para añorar lo menos posible la residencia habitual.

2.1. Hoteles. Tipologías.

Un hotel es un inmueble diseñado y acondicionado para servir de alojamiento a personas de manera temporal. El origen del término proviene del francés hôtel: pequeña vivienda adosada a la principal, a modo de casa de invitados que servía para alojarlos.

Dependiendo del tipo de hotel, su ubicación y categoría, se hablará de un tipo u otro y, por supuesto, de los diferentes servicios y prestaciones adicionales que oferta.

La necesidad de diferenciación ha provocado que estos establecimientos incorporen servicios como zonas deportivas, spa, piscinas, etc., llegando a convertirse en hoteles casi medicinales. Otro tipo de establecimiento hotelero ha pensado enfocar su oferta a sectores más profesionales que se desplazan a estas zonas por motivos de trabajo y así han preparado sus instalaciones para la celebración de eventos, conferencias, convenciones, etc.

Un ejemplo de hotel de ciudad es el NH Málaga, uno de los establecimientos de más plazas en la capital malagueña. Convive entre los tipos de alojamientos urbanos para turistas e, igualmente, es uno de los hoteles idóneos para el residente que busca instalaciones para la celebración de convenciones, reuniones, ruedas de prensa, etc.

La arquitectura se adapta como un elemento que conforma el cauce del río y su estructura exhibe pérgolas y hangares. Su solución moderna y adaptada a la ribera consigue que sea uno de los más modernos y singulares por su ubicación.

En el mismo sentido, iniciativas que afectan a la rehabilitación de inmuebles con interés cultural, artístico o histórico, han desarrollado la instalación de hoteles o servicios anexos del hotel, aportando así un interés o un valor añadido.

Dicho de otro modo, la iniciativa empresarial y turística se unen en un proyecto hotelero a partir de un propósito paralelo de recuperación y rehabilitación de un inmueble de interés artístico, arqueológico, etc. Esta antigua práctica desarrollada por el plan Paradores de España, tiene un importante auge.

Un ejemplo de este caso, en la ciudad de Málaga, es el recientemente inaugurado hotel Posada del Patio, que oferta una categoría de cinco estrellas y que recupera en sus instalaciones una antigua posada de la ciudad del siglo XVI, un inmueble de finales del XIX, y que en las obras de remodelación integra perfectamente los restos de murallas de la ciudad, algunas pertenecientes a las épocas romana y árabe.

El hotel Posada del Patio es el último de los inaugurados en la ciudad. Su oferta de cinco estrellas es particularmente interesante apostando por el desarrollo sostenible. Incorpora en su establecimiento, de manera visible para que los residentes disfruten, restos de las antiguas murallas de la ciudad, algunas de época romana.

Igualmente, ha sabido no solo recuperar estos restos sino adaptarlos al proyecto de manera que se conviertan en un atractivo más dentro del hotel, a la vez que se utiliza un testimonio patrimonial de la ciudad de gran valor.

Su desarrollo ha incorporado diferentes inmuebles del centro histórico, desde una antigua posada, hasta varias edificaciones del siglo XIX. Por tanto, el hotel ha devuelto a la ciudad parte de su historia, recuperando bienes de su patrimonio, sobresaliendo así del proyecto una magnífica restauración que ha sabido dar cabida a una ampliación de la oferta turística en la ciudad, y lo que esto supone económicamente, sin dejar a un lado el desarrollo sostenible ni los elementos patrimoniales.

Otro ejemplo de sostenibilidad, asociado más si cabe a los criterios bioclimáticos, se da en el Hotel Monte Málaga, premio Consumo de Málaga 2009. En él se desarrolló todo un sistema de paneles solares fotovoltaicos y térmicos que evidencian la apuesta arquitectónica por un consumo energético sostenible. En la fachada, estos paneles solares transforman la energía solar como fuente que abastece al hotel, y a la vez aportan un valor estético, conformando unas viseras que juegan con la luminosidad, creando contrastes luz-sombra, y ofreciendo un juego de texturas muy interesante.

Junto a estos elementos que conforman en gran parte el volumen del hotel, interiormente se ha jugado con el concepto de patio interior tradicional en la arquitectura, que aporta un elemento espacial de gran protagonismo, actuando como agente climatizador y aportando la regulación de temperatura necesaria de manera natural.

Es, por tanto, un interesante ejemplo de innovación tecnológica y de confortabilidad, poniendo de relieve que la calidad es sinónimo de sostenibilidad y esta es un valor añadido a la oferta de cualquier establecimiento.

Hotel Monte Málaga.
Hotel Monte Málaga.

Por otro lado, la versatilidad de unos y la especialización de otros ha afectado al establecimiento hotelero en gran medida, hasta el punto de llegar a tipologías de establecimientos hoteleros que van más allá del hotel de costa o de ciudad interior.

Edificio de un hotel de ciudad malagueño.
Hotel de ciudad.

Los hoteles están normalmente clasificados en categorías según el confort, nivel y tipo de servicio. Aunque los criterios suelen ser similares, la baremación puede variar según unos países y otros, por lo que se pueden establecer las siguientes categorías:

  • Estrellas: de 0 a 7.
  • Letras: desde la E hasta la A.
  • Clases: cuarta a primera.
  • Diamantes y World Tourism.

Estas clasificaciones son exclusivamente nacionales. El confort y el nivel de servicio pueden variar de un país a otro. Se tienen en cuenta, fundamentalmente, cuestiones como metraje de las habitaciones, equipamiento del baño, audiovisuales, piscinas, jardines, etc.

Como en cualquier tipo de negocio, en la industria hotelera la gestión de recursos es fundamental, por tanto, personal, abastecimiento, gestión de precios, afluencia de público y necesidades según temporada (alta, media o baja), tarifas especiales, ofertas, etc.; deben gestionarse óptimamente.

2.1.1. Tipologías y equipamiento.

Debido a la gran variedad de hoteles, es complejo establecer unos básicos de equipamiento. En sentido estricto, el equipamiento básico de la habitación de un hotel consiste en: una cama, un armario (en los de bajo coste solo aparece un espacio a este fin, no un armario propiamente dicho), una mesa pequeña con silla y un lavamanos.

A partir de este básico, se puede ampliar o hacer extensible a un baño, teléfono, televisión, conexión a Internet, minibar (que puede sorprender por su contenido) e incluso dar la posibilidad al cliente de prepararse café o una infusión.

Todo ello dependerá de la clasificación que tenga el establecimiento en cuestión. También, aunque de manera parcial, influye en mayor o menor medida el equipamiento en función a la tipología. Dentro de las tipologías más clásicas están las siguientes:

A) Hoteles urbanos

Se sitúan normalmente en los centros históricos y turísticos de las ciudades. Los hay de todos los niveles y están orientados tanto a turistas como a residentes, además de personal de empresas de negocios. Para estos últimos, es fácil encontrar equipamiento específico: salas de prensa, reuniones, salas de conferencias, etc., es decir, espacios enfocados a la celebración de convenciones.

Dentro de los hoteles urbanos, se ha prestado también especial interés a la restauración y la gastronomía, contando con importantes representantes del panorama culinario.

Hotel Barceló Málaga.
Hotel Barceló Málaga.

Se cuida especialmente la decoración y, en algunas ocasiones dada su ubicación en el centro, estos hoteles ocupan inmuebles de interés arquitectónico, bien de nueva planta o bien porque aprovechen algún inmueble histórico.

Estos hoteles de ciudad, sobre todo cuando se hace referencia a establecimientos emblemáticos, ofertan a los turistas interesantes paquetes dependiendo de la temporada, y aprovechan de manera parcial sus instalaciones como reclamo: estancias en spa, conocer su restaurante, etc., es una forma de difundir, para un usuario incluso residente en la propia ciudad, las ventajas o cualidades del hotel de una manera interesante.

Algunos establecimientos más específicos dentro de la categoría de hoteles urbanos, pueden ser los siguientes:

  • Hoteles de bajo coste. Se sitúan en zonas muy cercanas a los núcleos urbanos. El caso de la cadena Ibis en Málaga, a escasos minutos del centro histórico, por ejemplo. Son básicos de hotel, que dirigen su oferta económica para un tipo de cliente profesional que permanece en la ciudad poco más de 48 horas.
  • En la misma línea, pero preocupados especialmente por una estancia cómoda y confortable pero sin lujos, surgen los conocidos como chic&cheap. Se trata de hoteles de bajo coste, pensados para el turista que quiere una estancia corta destinada a visitar los atractivos de la ciudad, y solo utiliza el establecimiento como descanso, sin pretensiones, aunque es un viajero que valora el diseño, el buen gusto y no le complace una absoluta funcionalidad.
B) Hoteles de naturaleza

Están situados cerca de las zonas naturales de una región o comarca, con un entorno natural, muchas veces protegido. En este tipo de hoteles se suelen dar, casi siempre, medias o largas estancias. En estos casos, suele existir una estricta normativa reguladora de los modos de explotación, dada la vulnerabilidad del entorno que es, además, el principal atractivo del establecimiento.

Este tipo de hotel es, en la mayoría de los casos, un destino en busca del descanso, el contacto con la naturaleza y los atractivos paisajísticos y populares del lugar. En este sentido, la industria hotelera ha desarrollado lo que se ha denominado como turismo ecológico. En estos establecimientos se pretenden potenciar los espacios naturales, un absoluto respeto arquitectónico con dicho entorno y la arquitectura popular, si la existiera, sin renunciar a los equipamientos de un hotel de alta categoría.

Hay establecimientos donde no solo el entorno natural es la variable más valorada. Así surgen, tomando modelos europeos como referencia, alojamientos como los hoteles con encanto.

Estos agrupan a un tipo de estancias muy variadas, siendo su principal reclamo la diferenciación. Esta no tiene por qué estar marcada por el lujo y la exquisitez, aunque ocurre en muchos casos. Provienen del tipo europeo de hotel-boutique, y en España se han desarrollado siguiendo este modelo, exactamente, en numerosas ocasiones. Con esta variedad terminológica no son considerados como convencionales, bien por ser normalmente lujosos o por estar emplazados en inmuebles singulares como molinos, cortijos, palacetes, monasterios, etc.

La máxima atención personalizada, el buen gusto, y, más que nunca, hacer sentir al huésped como en su casa, es ineludible en este tipo de hoteles, sea cual sea su formato o categoría. Por tanto, el cliente debe gozar de cierta privacidad, tranquilidad y una exquisita decoración, aunque no se trate, precisamente, de un hotel de lujo.

Parador de Ronda.
Parador de Ronda.
C) Hoteles de playa

Son hoteles del litoral como su nombre indica. En este caso, la población usuaria está formada por grupos de turistas ávidos de sol y playa. Esta tipología, como es lógico, es la más extendida en Málaga y su litoral. Está pensada para y por el descanso, con amplias zonas de solárium y equipamientos de todo tipo para el bronceado y la animación.

Aunque en la década de los 70 el modelo de hotel vertical era el más extendido, la preocupación por el desarrollo sostenible hace que cada vez las normativas sean más estrictas respecto a las nuevas construcciones, respetando aquellas zonas todavía vírgenes, algo prácticamente inexistente en el litoral malagueño, donde se continúan buscando nuevas fórmulas de alojamiento.

Hotel Bajondillo.
Hotel Bajondillo.

Dentro de los hoteles de playa, surge otro tipo de establecimiento:

  • Apartoteles: un híbrido entre el hotel y una pequeña vivienda o apartamento estudio. En este tipo de espacios, aunque existe la posibilidad de disfrutar de las instalaciones del establecimiento y su personal, el usuario goza de cierta autonomía en lo que se refiere al consumo de alimentos, preparación y conservación. Cuentan para ello con una pequeña cocina y, dependiendo de su clasificación, lógicamente se disfrutará de más o menos prestaciones.

A partir de esta primera clasificación, se puede extender el análisis de las tipologías casi a cada zona geográfica donde se encuentren con variedades más o menos acusadas, según los modelos expuestos. Esto, unido a la necesidad de diferenciación del mercado, ha hecho que proliferen distintos tipos de hoteles y hostales que van desde la posada, al hotel balneario, hotel familiar, hotel temático, hotel rústico y un largo etc.

2.1.2. Conclusiones y referencias al fenómeno malagueño.

Llegados a este punto, hay que hacer hincapié en determinadas cuestiones, siendo la más importante que, para acometer una remodelación en un establecimiento turístico, por ejemplo una instalación hotelera, se debe ajustar a un plan de actuación, es decir, planificar y diseñar, según un buen número de variables como la ubicación, el número de plazas, el volumen de la inversión, y un largo etc.

Si bien es cierto que existe con más o menos acierto un plan normativo que regula la construcción o remodelación de este tipo de establecimientos, también es verdad que no hay recetas para ello.

El fenómeno malagueño, por diferentes razones, es muy peculiar. Su diversidad geográfica, su climatología, con un amplio litoral, y un interior cada vez más atractivo, se ha sabido adaptar a las nuevas necesidades de la industria hotelera y, por consiguiente, ofertar un producto de calidad, de gran diversidad, donde se dan todas las modalidades de esta tipología.

Así pues, el fenómeno malagueño es peculiar no solo por su alta calidad, sino también por su impresionante variedad, encontrando hoteles de alto standing, con ejemplos que destacan en la provincia como el caso del hotel Villa Padierna, que se encuentra entre los 50 mejores del mundo, pasando por otros de la línea cheap&chic, de ciudad con todas sus categorías, hoteles con encanto, hoteles balneario, etc.

Esta es, sin duda, la mejor de las posibilidades de oferta: la amplísima variedad con niveles óptimos de calidad que se sitúan en un destino adaptable para un amplio sector de demanda.