Delimitación de espacios y usos
1. Diferentes espacios, diferentes usos. Delimitación y significación
La planificación es una función básica del equipo que gestiona el establecimiento turístico, independientemente de su actividad principal dentro del sector dedicado al turismo: gestión, restauración, hospedaje, etc.
La calidad en la intervención es un aspecto básico. Se puede hablar, por tanto, de calidad en la gestión del espacio a intervenir y, consecuentemente, tener presente que en esta labor se debe:
- Proporcionar al visitante o usuario experiencias enriquecedoras de calidad.
- Mantener y, en lo posible, mejorar la calidad del medio ambiente para el visitante.
- Mejorar la calidad de vida de la población local.
Estas cuestiones pasan por aspectos como un aumento en la calidad de los sistemas de recepción y acogida, involucrando a la población local y, una vez conocido el perfil del usuario, equipar consecuentemente, ofreciendo información de calidad para transmitir al potencial cliente una imagen turística acorde con la realidad.
La gran variedad de ofertas hace necesario catalogar los diferentes tipos de espacios y usos, pero lejos de permanecer en esta mera clasificación, hay que insistir en la necesidad de tener presente una máxima en lo que a oferta turística se refiere, sea de la índole que sea. Esa máxima es la de proporcionar al visitante una experiencia enriquecedora y de calidad. Esto afecta no solo al tipo de establecimiento, sino también a su entorno natural o urbano, maximizando los recursos.
Mejorar el entorno y los inmuebles ocupados por los establecimientos turísticos son variables clave para una oferta de calidad. El visitante debe descubrir una nueva imagen y sorprenderse positivamente de todos los recursos existentes.
Asimismo, la gran diversidad de establecimientos obliga, de alguna manera, a someter al mismo establecimiento a un proceso de clasificación.
Hay que tener presente que si el establecimiento se dedica al hospedaje, este puede estar dentro de estas tipologías: albergue, camping, estancias de turismo, habitaciones privadas, casa de huéspedes, posadas, balnearios, pensiones, hostales, residencias vacacionales, etc.
Es fundamental, a la hora de acometer una rehabilitación en el diseño y la imagen del establecimiento, analizar los diferentes espacios y usos que, hasta el momento, se hayan dado y cuestionar cómo se afrontarán los nuevos usos y servicios que se van a incorporar.
Una de las cuestiones, por ejemplo, más valoradas de un destino turístico, y más si es el caso de Andalucía, es la gastronomía y los productos de cada una de las provincias que componen esta comunidad. Esta tendencia puede caracterizarse, a su vez, por dos motivaciones: por un lado existe un creciente interés por el consumo de productos autóctonos, en un ejercicio de recuperar sabores; y por otro, el interés por el consumo de productos sanos.
Costa oriental de Málaga.
Como en otros aspectos, el problema que se plantea pues, dentro de los ámbitos de imagen del establecimiento, es fomentar una imagen de excelencia gastronómica. Es más, el establecimiento debe proyectar esa promoción de su cocina acorde con las exigencias demandadas.
En este sentido, es válido empezar a realizar dicho análisis a partir de estas cuestiones:
- ¿Qué espacios son de carácter público y cuáles son los que afectan al personal del establecimiento o funcionan desde un ámbito privado?
- ¿Qué imagen se desea dar?
En ambos casos, la atención ha de ser la misma, pero realizando esta división se centrará la inversión de manera diferente, con una labor que versará dependiendo de diferentes criterios.
Establecimiento acorde a las exigencias.
Así, en este primer análisis se elaborará un cuadro de actividades que afectan al usuario o cliente, y se tendrán en cuenta las diferentes actividades desarrolladas por el personal del establecimiento en atención de los anteriores.
Esto se puede resumir en el siguiente esquema: espacios de carácter público y de carácter privado.
Se deberá diseñar este cuadro y proceder a delimitar las diferentes actividades, los espacios en los que se desarrollan y, a partir de este análisis, establecer las pautas de intervención en este proyecto de remodelación de imagen.
En este cuadro no hay que olvidar que en un mismo espacio se realizan varias actividades y todas deben ser compatibles. La remodelación debe, por tanto, mejorar si cabe ese aspecto o compatibilizarlos si esto no ocurría anteriormente.
Dentro de los recursos a emplear, además de los elementos propios de señalética, se aprovecharán el color, las texturas y la iluminación para establecer un código que, a la vez que realiza la función delimitadora de espacios y funciones, pueda ser un elemento integrado desde lo decorativo.
El análisis espacial es un proceso fundamental en cualquier actuación decorativa. Ayudados por diferentes técnicas y soportes, recrear la intervención del espacio y su representación con el necesario número de planos y dibujos en tres dimensiones, permitirá, de manera fácil y rápida, tener una idea aproximada de dicha intervención.
Esta recreación en imágenes deberá recoger los espacios fundamentales, procurando tener una vista general del espacio intervenido, con el fin de apreciar, de una manera global, los cambios realizados y alcanzando una máxima decorativa: unidad dentro de la variedad y variedad dentro de la unidad.
Más allá del análisis de los elementos tangibles, de las normas y las líneas de calidad objetivas que permiten catalogar un establecimiento y su categoría, un alojamiento o un restaurante en función del cumplimiento de un número determinado de atributos fácilmente identificables y medibles, se encuentra un conjunto de elementos intangibles: el trato, la atención personalizada y, especialmente, el aspecto del establecimiento, ya que diseño e integración con el entorno, entre otros muchos, son más importantes, si cabe, que los primeros. Por tanto, deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar los factores que condicionan la calidad del servicio de cara al turismo, y aún más cuando este está localizado en un medio natural.
La calidad del alojamiento y sus instalaciones, en cualquiera de sus modalidades, tiene una influencia directa y muy perceptible en la satisfacción del cliente durante su experiencia turística.
La armonización, es decir, establecer armonía atendiendo a un fin común, es fundamental en cualquier espacio o establecimiento turístico, desde la integración arquitectónica del mismo con su entorno para un resultado y funcionamiento óptimo.
La armonía en el establecimiento (Frankamente).
Sería necesario fijar una normativa para la reconversión de los establecimientos turísticos obsoletos y potenciar el funcionamiento de la oferta de alojamiento, con criterios modernos, ecológicos y dentro de un plan de sostenibilidad. Está comprobado que en la población turista hay una mayor sensibilidad con este tipo de cuestiones, valorando una gestión activa respecto al ahorro de agua, la energía y aspectos de diseño, la estética, etc.
Además, se deben delimitar, de alguna manera, aquellos aspectos que confieren al espacio calidad en el más amplio sentido de la palabra, es decir calidad e imagen transmitida en la promoción del establecimiento, y así cuidar la relación de ambos conceptos con el precio.
Restaurante Plaza 21.
La clave está en adecuar los precios a las motivaciones de la demanda y a sus hábitos adquisitivos. Si el cliente tiene una percepción inicial cualitativamente débil tenderá, de forma refleja, a minusvalorar dicho destino o establecimiento y todo lo relacionado con él.
En definitiva, el primer gran reto de un proceso de adecuación, diseño e imagen en un establecimiento turístico pasa por la calidad paisajística, atendiendo a tres factores:
- Calidad ambiental.
- Calidad del paisaje arquitectónico.
- Calidad en la gestión integral de residuos.
Una de las grandes cuestiones en el análisis espacial de los establecimientos es su relación con el entorno. El correcto diálogo en un inmueble, entre el interior y el exterior, es clave para una propuesta con éxito. Este diálogo es complejo y dependerá de los casos. Así, no solo se habla de volúmenes y su relación con el exterior, sino también de la forma en la que estos pueden mejorar el aspecto de los interiores, creando una nueva lectura espacial, por ejemplo, realizando diferentes modificaciones de los contornos.
