Herramienta formativa Diseño e imagen para establecimientos turísticos

Herramienta formativa Diseño e imagen para establecimientos turísticos, realizada por la Confederación de Empresarios de Málaga y cofinanciada por la Junta de Andalucía y el Fondo Social Europeo
 

 


Variables decorativas. Criterios estéticos y funcionales

3. Acabados. Texturas

La textura es otra de las grandes variables a tener en cuenta en un proceso de rehabilitación y decoración. Como en otros casos, un factor determinante será la luz que incidirá en el efecto final de dicha textura, hasta tal punto que variando la iluminación de ambiental a rasante, por ejemplo, se perciben valores texturales muy diferentes con un mismo material y acabado, dependiendo de este factor.

En el caso de un mismo material con idéntico formato y color, al que se le aplican modificaciones en su valor textural, la percepción del cambio de superficie de lisa a rugosa es evidente y perceptible. Los valores alteran la manera de apreciarlo, pudiendo aportar nuevas cualidades, como un menor deslizamiento, y cambios estéticos, como una mayor rusticidad.

Por contra, es la textura la que influye poderosamente en el color, también de manera indirecta por la luz. Así, en un material la alteración de sus valores cromáticos dependerá mucho del acabado textural que presente. Por ejemplo, no se ve un rojo con la misma intensidad en una superficie lisa que en otra rugosa.

El valor textural influye poderosamente en el color. La variación que el color puede presentar a partir de la alteración de variables como la textura y la iluminación pueden llegar a arruinar una propuesta de acabados. En ese sentido, la textura puede afectar, incluso sin variar, el tamaño o la forma del volumen sobre el que esté aplicada. Es decir, un objeto liso y fino, como un espejo, sobre una base negra dará la impresión de ser más grande que el mismo espejo de un color grisáceo y con bordes oscuros y opacos, a pesar de que ambos tienen el mismo tamaño.

En este sentido, igual que el valor cromático, la aplicación del color varía en el espacio como se ha comprobado en los contenidos anteriormente expuestos. Lo mismo ocurre con los valores en texturas, pero además, este valor queda reforzado por la importancia de las formas que genera la propia textura y que se aportan al espacio.

Diferentes texturas en la calzada.
Diferentes texturas en la calzada.

Hay que insistir, por tanto, en la importancia que tienen las texturas en el resultado final y se deben tener presentes las variables decorativas, anteriormente expuestas, para que no haya sorpresas en esta fase del diseño.

La importancia fundamental del uso de texturas es aportar valores al espacio para que refuercen la intención o los efectos que se quieren lograr en él. Por tanto, la aplicación de texturas, como el caso de unas rayas, potenciará la verticalidad o la horizontalidad, según sean estas, de una determinada composición o espacio en el establecimiento.

En este sentido, hay que prestar especial atención a las formas de los materiales que se aplicarán, porque también generan texturas. Así, se otorgará un mayor interés a las líneas transversales, que ensancharán visualmente el espacio; y a las longitudinales, que lo dotarán de mayor profundidad.

Se debe cuidar también la utilización de texturas de gran tamaño porque aumentarán el peso visual de la estancia del establecimiento, y focalizará en exceso el paramento, mientras que si se usan texturas pequeñas el ojo tenderá a uniformizarlas, y visualmente se ganará en percepción de espacio amplio.

El uso de texturas pequeñas amplia la percepción de espacio.
El uso de texturas pequeñas amplia la percepción de espacio.

Resulta también de vital importancia controlar las tonalidades de estos materiales de revestimiento, así como la utilización de grecas, porque estas alteran la percepción de la altura. Una greca o cenefa colocada en la parte superior, y si es de cierto tamaño, disminuye la altura de la estancia. Aquí vuelven a influir la referencia y el peso visual.

Las cenefas cambian la percepción de la altura de una estancia.
Las cenefas cambian la percepción de la altura de una estancia.

3.1. Superficies a tratar con texturas.

Todas las superficies tienen textura, aunque evidentemente esta tiene más o menos importancia, más o menos protagonismo en el conjunto de superficies de un espacio.

Fundamentalmente, las superficies susceptibles de tratar con texturas son los paramentos verticales y horizontales, aunque también están sujetos a este tratamiento muebles, carpinterías techos, etc. Solo hay que elegir el material o la técnica adecuada para que el resultado tenga el éxito esperado.

3.1.1. Superficies horizontales.

Son las que habitualmente reciben los materiales de revestimiento con valor textural más importante, como se pudo ver en el capítulo de equipamiento. Esto es así porque los pavimentos cumplen, sobre todo, una serie de funciones como la de aislamiento.

Por otro lado, además del valor textural y las funciones de aislamiento, hay superficies como ocurre en algunos establecimientos turísticos, que han de cumplir una serie de exigencias por normativa: dureza, antideslizamiento, fácil mantenimiento, etc.

También dentro de las horizontales, se encuentran los techos que, además de albergar importantes elementos de equipamientos, conductos de iluminación, etc., pueden presentar acabados texturales de gran impacto.

3.1.2. Superficies verticales.

Son las paredes de un determinado espacio. Además de estas, pilares, columnas, elementos de carpintería, puertas y ventanas son también susceptibles de tratarse con texturas.

Existe una recuperación, en las últimas tendencias, de la utilización de papeles y entelados ya que aportan un valor decorativo de gran importancia y permiten la renovación de un establecimiento sin grandes inversiones. Los más utilizados, papeles y vinilos, alcanzan con las últimas técnicas resultados en sus reproducciones y motivos de gran originalidad.

3.2. Materiales para revestir y pavimentar. Clasificación por su dureza.

Los materiales para revestir y pavimentar se pueden clasificar de la siguiente manera:

A) Materiales duros
  • Barro cocido. Material arcilloso utilizado desde antiguo tanto en arquitectura culta como popular, con importantes valores texturales, de gran calidez y termo regulador, idóneo para exterior y para ambientes rústicos de interior. Su carácter de material natural y altamente poroso presenta inconvenientes para su mantenimiento si no es tratado adecuadamente.
    El barro cocido, muy utilizado en suelos y ambientes rústicos.
    El barro cocido, muy utilizado en suelos y ambientes rústicos.
  • Cerámica. Se trata de un material que se ha utilizado durante cientos de años como revestimiento y pavimento. Son piezas de diferentes formatos de barro cocido y vidriado.

    Sus posibilidades decorativas y texturales son infinitas. También tiene propiedades termo-reguladoras. Por la variedad de formatos, la propia forma de colocación y la junta genera interesantes texturas que ayudan a la decoración, separación de ambientes, creación de zócalos, etc.

    La cerámica, un elemento de gran valor decorativo.
    La cerámica, un elemento de gran valor decorativo.
  • Madera. De gran resistencia y múltiples aplicaciones y acabados, se utiliza no solo como revestimiento en pavimentos, sino también para panelados en paramentos verticales con infinitos acabados. Las múltiples especies permiten su colocación, según necesidades, existiendo clases de madera para exteriores, incluso zonas húmedas, como el iroko, la teca y la jatoba.

    Actualmente, las manipulaciones industriales y las posibilidades de corte hacen de este material una solución muy versátil, habiéndose incorporado al mercado los laminados con acabados sintéticos.

    La elección del tipo de madera es fundamental porque de ello depende, en gran medida, el valor textural que se quiera dar al espacio, ya que la veta varía de unas especies a otras, así como el corte de la pieza y su posterior forma de colocación.

  • Mármol. Otro material utilizado desde tiempo inmemorial. Su facilidad de corte y su variedad en colores y vetas lo hace idóneo para cubrir superficies. Actualmente, sus posibilidades han aumentado enormemente gracias a la innovación tecnológica de su corte y a la posibilidad de tratar su superficie jugando con innumerables texturas, envejecidos, pulidos, acabados mate, etc. Su mantenimiento si requiere cierto cuidado, particularmente con productos abrasivos.
    Superficie de mármol gris y negro.
    Superficie de mármol gris y negro.
  • Gres porcelánico. Es la cerámica de última generación, de importante resistencia e innumerables acabados y texturas. Une su gran variedad de formatos a una innovación casi continua en colores y texturas, así como la reproducción, en las mismas, de materiales naturales, aportando un acabado natural en espacios donde el presupuesto o uso no aconsejan decantarse por un material de este tipo.
    Superficie de gres porcelánico.
    Superficie de gres porcelánico.
  • Piedra. Cuenta con numerosas calidades y propiedades. Sería imposible realizar una clasificación completa. Su irregularidad en el corte también se ha reducido prácticamente en todas las variedades gracias a los avances en su manipulación, así su aplicación es cada vez más factible en diferentes espacios y estilos, superando los tradicionales ambientes rústicos para adaptarse a ambientes contemporáneos, gracias a su versatilidad.

    Particularmente interesante es el estudio de su colocación y su forma, pues se pueden crear verdaderas composiciones singulares que otorgan un valor añadido a las propuestas.

  • Terrazo. Piezas compuestas de trozos de mármol, de distintos tamaños y colores, que generan una textura muy característica y de gran resistencia. Su efecto pulido es muy atractivo.
  • Vidrio. Cada vez más integrado en distintos espacios, incluso domésticos. Posee gran belleza y numerosas posibilidades cromáticas y texturales. Con el tratamiento y espesor correctos, incluso puede utilizarse como pavimento.

3.3. Materiales blandos y flexibles.

La amplia oferta de nuevos productos y la novedosa manipulación de otros más tradicionales, hace inviable una completa clasificación de todos los existentes dentro de la familia de materiales blandos y textiles; pasando por otros de difícil catalogación, como corcho, polímeros, metalizados, etc. De este modo, se destacarán los más utilizados en los espacios que se tratan en esta unidad.

Panel de corcho.
Panel de corcho.
3.3.1. Pinturas.

Es el recurso más utilizado, sus posibilidades y su precio asequible hacen de este tipo de material el idóneo para una remodelación de gran efectismo decorativo al alcance de cualquier presupuesto. Sus posibilidades texturales por color, así como por la forma de su aplicación, permiten crear espacios muy atractivos y poner en valor mobiliario otros elementos de los establecimientos.

Respecto a su clasificación, se puede hacer según su composición. Básicamente hay: lacas, pinturas de base acuosa, al aceite, esmaltes, pinturas de látex, etc.

Original pintura en la pared de una ducha.
Original pintura en la pared de una ducha.

Es fundamental la correcta preparación de la superficie y, por supuesto, decidir la adecuada según la técnica a emplear. En el caso de la pintura, esta será, en gran medida, la responsable de generar unas texturas u otras en el acabado. Entre ellas se encuentran:

  • Estarcido.
  • A la esponja.
  • Trapeado.
  • Veteado.
  • Difuminado.
3.3.2. Papel pintado.

Es otro de los recursos fáciles de instalar y que se encuentra en un momento de auge y recuperación. Su asequibilidad y numerosas posibilidades lo convierten en un material de gran versatilidad, siendo apto para la mayoría de superficies. Respecto a sus tendencias, la más actual es instalarlo de manera puntual, no en todos los paramentos de una estancia, sino más bien en aquellos que se quieran destacar, consiguiendo focalizar el resto de la composición, dar más profundidad o, simplemente, buscar contraste entre este y el resto de elementos o paramentos.

Papel pintado gris con distintas texturas.
Papel pintado gris con distintas texturas.

Respecto a su variedad en el mercado, es amplísima, siendo los más habituales los denominados de gofrado o de soporte papel. Dependiendo de su impresión y acabados hay que tener presente cuál es su tolerancia a la luz solar y a otros agentes como la humedad.

Dentro de los tipos de papel pintado destacan los vinílicos, preparados para zonas de más uso, o con humedad, perfectos para algunos paramentos en baños, al ser resistentes a la humedad y a algunas manchas.

3.3.3. Textiles.

Es otro de los grandes tradicionales en la decoración. De hecho, muchos profesionales consideran esta fase del proyecto como la de vestir el espacio. Sus cualidades estéticas y de confortabilidad son enormes y el mercado oferta una incontable variedad de acabados, estampaciones y diferentes texturas.

En cuanto a su variedad, se pueden clasificar en dos grandes grupos:

  • Fibras naturales, que a su vez se dividen en:
    • De origen vegetal: rafia, sisal, algodón, coco, cáñamo, yute, etc.
    • De origen animal: lana, cachemira, seda, alpaca, etc.
    Cojines en tonos grises.
    Cojines en tonos grises.
  • Fibras químicas, que a su vez se dividen en:
    • Artificiales: viscosa, acetato.
    • Sintéticas: poliamida, poliéster, acrílicos, nylon.

Dependiendo del tipo de trama o entramado, se encuentra también la siguiente clasificación:

  • Empesa. Es aquella tela que se utiliza nada más salir del telar y que se subdivide en lisas y estampadas. Dentro de estas últimas están las cretonas, toile de Juy, etc.
  • Tapicería. Puede ser lisa o de tipo jacquard. Este último se divide en diferentes acabados como damasco, petit point, piqué, etc.

    En este sentido, y dentro de este capítulo, resulta ineludible hacer mención, al tratarse de establecimientos turísticos, a la necesidad de incorporar el material textil dentro de una rigurosa normativa para estos espacios. Así, es necesario el tratamiento de fungicida, bactericida, ignifugado, etc.

Es recomendable, en los establecimientos turísticos, incorporar textiles con tratamientos de sanforización, un tratamiento químico que hace que el textil no se arrugue, mercerizado, brillo y resistencia al lavado.

Difícil de encuadrar por la gran variedad de fibras que la componen, dentro de la familia de los textiles se encuentra la moqueta. Generalmente, se fabrican anudando hebras de lana, pero actualmente se producen de manera industrial, tanto con materiales naturales como sintéticos, estos últimos de gran resistencia.

Sus numerosos acabados pueden presentar fleco o pelo cosido en su base o pegado a la misma, con terminación en bucle o retorcido. Su instalación, también variada, puede ir clavada al piso (si este es de madera), con cinta adhesiva de doble cara o a base de mordazas de metal.

Baño decorado con moqueta roja.
Baño decorado con moqueta roja.